Género: Contemporáneo
04
Sábado, 04 noviembre
Teatro Real de Ezcaray
20.30 h
50 minutos
Yo mimé conmigo
Confinamiento domiciliario de toda la población como consecuencia de una crisis sanitaria. En ese contexto, una mujer se siente encerrada en una pequeña vivienda donde se asoma al miedo, la soledad y la incertidumbre. Pero también se asoma, en plena intimidad, a su interior y a sus dudas, y con ello se descubre al fin a sí misma.
5 €
Taquilla
14
Sábado, 14 octubre
Teatro Bretón de Haro
20.30 h
50 minutos
Yo mimé conmigo
Confinamiento domiciliario de toda la población como consecuencia de una crisis sanitaria. En ese contexto, una mujer se siente encerrada en una pequeña vivienda donde se asoma al miedo, la soledad y la incertidumbre. Pero también se asoma, en plena intimidad, a su interior y a sus dudas, y con ello se descubre al fin a sí misma.
5 €
Taquilla
08
Domingo, 08 octubre
Teatro Bretón de Haro
20.00 h
180 minutos
JERUSALEM
Estamos ante una obra literariamente impecable de Jezz Butterworth. Jerusalem es una fricción entre lo apolíneo y lo dionisíaco, lo moral o lo inmoral, entre lo social y lo anti social. Es la celebración del caos, el desorden y la libertad. Jerusalem trata de una civilización que se desintegra. De una generación a la que le han robado- o se ha dejado robar- los sueños. De una civilización donde las nuevas urbanizaciones invaden el bosque, antes mágico, y de una sociedad que quiere acabar con aquel que desafía la ley e incita a la rebelión. Sin embargo, la rebelión de Johny Byron el Gallo y los parias que le acompañan sólo es una llamada de atención y está abocada al fracaso. jamás tendrá lugar, porque quienes la pretenden son totalmente incapaces y no tienen nada con qué sustituir el orden establecido, más allá del caos total representado en la persona de Byron. El Gallo es el dragón, el ogro, el chivo expiatorio, el antihéroe al que sacrificar por el bien de una sociedad respetable- o supuestamente respetable- para que todo siga como siempre en las antaño fértiles y pacíficas tierras.
A medio camino entre la comedia ácida negra y el drama épico, la campiña británica desfasada que pinta Butterworth nos recuerda a algunas de las mejores obras de teatro anglo irlandés, pero también al esperpento valleinclanesco visto desde otro lugar.